El cine y tú

Diego platicaba con su amigo Jean Baptiste, afamado director de cine de ciencia ficción:
"No se como cambiar mi vida. Me encuentro sin trabajo, nada me motiva, mi pareja me dejó, en verdad que no se que hacer..."
Jean con una sonrisa le respondió "Tiene que ver con las películas que has visto todos los días".
"¿Qué rayos tiene que ver mi vida con las películas que veo? Voy al cine una vez al mes ¿No te habrás vuelto loco porque te la pasas todo el día en los estudios de filmación?".
"No Diego", -respondió Jean Baptiste- "diario estás en la sala de cine y ves películas, lo sepas o no".
"Tu mente es una gran sala de cine y lo que piensas, son las películas que eliges ver. El que te encuentres hoy sin trabajo, sin motivación y sin amor, tiene que ver con las películas que proyectaste en tu pasado."
"Yo hago películas de ciencia ficción, pero te confesaré algo real: después de mi exitosa película `Los Sirios y las estancias de Amenti´ tuve una aparición en mi casa.
Un ser de la estrella Sirio B se me apareció. Tenía forma de delfín y en su presencia sentí paz. El me dijo que ellos, junto con los Anunnaki hicieron a los humanos, hace millones de años, en un experimento genético. Y que crearon su mente, de tal forma que con solo proyectar algo, se convertiría en realidad, con diferencia de días. Podían manipular el futuro. Su propio futuro. Era un poder enorme, que escondieron de su propia creación."
"Jean, -me dijo el ser de Sirio B- tienes que hacer una película que hable de esto, nuestra creación no sabe por qué le va tan mal. Nosotros sabemos porque. Nuestros enemigos los Ska se han apoderado de los medios de comunicación humanos. Revistas, televisión".
"En ellos proyectan imágenes de derrota, desolación y nuestra creación los acepta sin más. Las imágenes las convierten en películas que ejecutan día con día en su mente. Y lo que creen se convierte en su realidad inmediata".
"Sería muy fácil detener la depresión que está experimentando la humanidad, si los humanos crearan sus propias películas de lo que quieren ser. Si tan solo juntaran sus mentes para crear una película de paz y amor, la humanidad cambiaría en tan solo unos días".
Diego pensaba que era fantasía lo que le contaba Jean, pero algo muy dentro de él resonó y le dijo que podía ser verdad.
"Estoy haciendo el guión de la película y espero estrenarla el próximo año, pero te paso el secreto Diego ¿Por qué no lo intentas? ¿Por qué no creas películas de lo que quieres lograr? Haz el experimento por unos días y me cuentas, tal vez podría incluir tu historia como parte del guión, o mejor aún, contratarte como actor."
Ambos estallaron en carcajadas. Se despidieron.
Diego decidió experimentar. Se abrió a la posibilidad de que esto fuera verdad. Diario, antes de irse a la cama, proyectaba una película de lo que deseaba. Está de más decir que no prendió la televisión, no escuchaba la radio y rara vez veía revistas, para no permitir que la influencia de los Ska se convirtiera en película dentro de su mente.
Diego imaginó ese trabajo que tanto deseaba. Proyectó en una película, un gran romance. Con el pasar de los días, comenzó a vivir esas películas, a sentirlas y encariñarse con ellas.
En el lapso de unas semanas, lo llamaron para un puesto de supervisor de una tienda. Y en su primer día de trabajo, conoció a una cajera, una hermosa joven por la cual se sintió enamorado. La invitó a salir y después de un par de semanas, se hicieron novios.
Diego se resistía en su lógica a creer que lo que Jean le contó fuera verdad. Pero no le quedó más alternativa que aceptar que era cierto. Y comprendió el poder de la sala de cine de su mente y la importancia que tendría para el mundo la película de Jean Baptiste, tan pronto fuera estrenada...