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El poder de las palabras

Una palabra irresponsable: puede encender discordias y fuegos difíciles de apagar…
Una palabra cruel: puede arruinar y derribar todo lo que se había edificado en una vida…

Una palabra de resentimiento: puede matar a un apersona, como si le claváramos un cuchillo en el corazón...

Una palabra brutal: puede herir y hasta destruir la autoestima y la dignidad de una persona…

Una palabra amable: puede suavizar las cosas y modificar la actitud de otros…

Una palabra alegre: puede cambiar totalmente la fragancia y los colores de nuestro día…
Una palabra oportuna: puede aliviar la carga y traer luz a nuestra vida…
Una palabra de amor: puede sanar el corazón herido.

Porque las palabras tienen vida.
Son capaces de bendecir o maldecir, de edificar o derribar, de animar o abatir, de transmitir vida o muerte, de perdonar o condenar, de empujar al éxito o al fracaso, de aceptar o rechazar...
¿Cómo hablamos a los demás? ¿Qué les transmiten nuestras palabras?
¿Qué me digo a mí mismo? ¿Hacia dónde me conduce mi dialogo interno?

Jesús dijo: “Yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado y por tus palabras serás condenado” Mateo 12:36-37

Lágrimas de mujer

Para los hombres que no entienden... ¿Porque las mujeres lloran tan fácilmente? Tómate unos minutos y léelo

- "¿Por qué lloras mamá?" - le preguntó un niñito a su madre.
- "Porque soy mujer" - le contestó la mujer.
- "Pero yo no entiendo" - dijo el niño.
Su madre se inclinó hacia él y abrazándolo le dijo: - "Y nunca lo entenderás..."

Más tarde el niñito le preguntó a su padre:
- "¿Por qué mamá llora a veces sin ninguna razón?"
- "Todas las mujeres lloran siempre sin ninguna razón..." - era todo lo que el padre le podía contestar.
El pequeño niño creció y se convirtió en todo un hombre, preguntándose todavía por qué las mujeres lloraban. Un día el niño convertido en hombre se arrodilló y le preguntó a Dios: - "Señor, por qué lloran tan fácilmente las mujeres?"
Y Dios le dijo:
"...Cuando hice a la mujer tenía que hacer algo muy especial. Hice sus hombros lo suficientemente fuertes como para cargar el peso del mundo entero, pero a la misma vez lo suficientemente tiernas para confortar a quien lo necesite. Le concedí el poder de dar la vida y una inmensa fuerza interior para que pudiera soportar el dolor de dar a luz y hasta el rechazo que muchas veces proviene de sus propios hijos. Le di una fortaleza para que pudiera seguir adelante y cuidar a su familia a pesar de las enfermedades y la fatiga, y sin quejarse cuando otros se rinden. Le di la sensibilidad para amar a sus hijos bajo cualquier circunstancia con amor incondicional, aun cuando éstos la hayan lastimado mucho. Esa misma sensibilidad que hace que cualquier tristeza, llanto o dolor de sus hijos niño desaparezca, y que le hace compartir las ansiedades y miedos de la adolescencia e incluso de la edad madura. Le di fuerza suficiente para que pudiera perdonar las faltas de su esposo y la moldeé de una de sus costillas para que ella pudiera cuidar de su corazón. Le di sabiduría para saber que un buen esposo nunca lastimaría a su esposa y a veces le pongo pruebas para medir su fuerza y determinación para mantenerse a su lado a pesar de todo. Pero hijo, ...para poder soportarlo todo, le di lágrimas de las reales que brotan de ella exclusivamente cuando su ser necesita expresarse mas allá de las palabras; esa es su única debilidad ... lágrimas que piden perdón por los errores y la dureza del corazón de la humanidad; al derramarlas vierte un poquito de amor en cada una, que se desvanece en el aire y salva la humanidad."
Gracias Dios por haber creado a la mujer... ahora comprendo el sentir de mi madre, hermana, esposa... respondió el hombre con suspiro fuerte.
La belleza de una mujer no está en su ropa, ni en su cara, ni en la forma como se arregla el cabello. La belleza de la mujer reside en sus ojos, que son la puerta de entrada a su corazón, la puerta donde reside el amor. Es por eso que a menudo y través de esas lagrimas podemos ver su corazón. Todas las mujeres son bellas.

Admite tus faltas



Un hombre que tenía un grave problema de miopía se consideraba un experto en evaluación de arte. Un día visitó un museo con algunos amigos. Se le olvidaron los lentes en su casa y no podía ver los cuadros con claridad, pero eso no lo detuvo de ventilar sus fuertes opiniones.

Tan pronto entraron a la galería, comenzó a criticar las diferentes pinturas. Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato de cuerpo entero, empezó a criticarlo. Con aire de superioridad dijo:

"El marco es completamente inadecuado para el cuadro. El hombre está vestido en una forma muy ordinaria y andrajosa. En realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar un sujeto tan vulgar y sucio para su retrato. Es una falta de respeto".

El hombre siguió su parloteo sin parar hasta que su esposa logró llegar hasta él entre la multitud y lo apartó discretamente para decirle en voz baja:

"Querido, - estás mirando un espejo!!!".

Muchas veces nuestras propias faltas, las cuales tardamos en reconocer y admitir, parecen muy grandes cuando las vemos en los demás. Debemos mirarnos en el espejo más a menudo, observar bien para detectarlas, y tener el valor moral de corregirlas; es más fácil de negarlas que reconocerlas. Por eso es necesario hacer a un lado el orgullo pues solo con humildad podremos ver nuestros defectos y corregirlos.



“El que encubre sus faltas no prosperará, más el que las admite y se aparta alcanzará misericordia. Proverbios 28:13”

Momentos de estancamiento


Si estás atravesando por un momento de estancamiento, no te rindas, no desesperes. Dios tiene un plan.

En la vida existen momentos en los que parece que la vida se detiene. El mundo sigue girando, pero tu vida no avanza. Momentos en los que la frustración se instala en el corazón y la esperanza se te escapa entre los dedos.

No te rindas. Esos momentos de estancamiento no son para siempre. Aprovéchalos. No pierdas el tiempo amargándote por lo que pudo ser y no será, o por lo que debería ser y no es. El pasado ya no importa y el futuro es incierto. Haz lo mejor que puedas con tu presente.

¿Cómo enfrentas los momentos de estancamiento? ¿Permites que te hundan o los aprovechas para conocerte mejor y vivir una relación más estrecha con Dios?


Tristemente la fe no se suele desarrollar cuando la vida te va bien, sino todo lo contrario. Es cuando las cosas van mal o simplemente no van, cuando tienes que elegir entre enfadarte con Dios o aferrarte a Él como nunca antes. Aprovecha el momento y agárrate fuerte de Su mano.


¿Cómo vives el momento de estancamiento? ¿Cómo un momento de desesperación o una oportunidad? ¿Cómo un momento de angustia o de esperanza y paz en compañía de Jesús?


Tal vez no lo creas, pero muchos de los que fracasaron con todas sus esperanzas y talentos a cuestas, finalmente decidieron darse una nueva oportunidad y tuvieron éxito. El único fracaso que existe es dejar de intentarlo. No te rindas. Cuanto más oscura es la noche, más cercano está el amanecer. No desesperes como los que no conocen a Cristo. Si crees en Él, en su poder y su amor, no puedes dejarte caer. ElTodopoderoso sabe por qué permite las cosas. Confía.


La vida es una escuela en la que las lecciones más importantes se aprenden en medio de la dificultad. Es un yunque en el que tomas forma. Si Dios permite problemas en tu vida, no busques entender Sus motivos, un día ya no tan lejano te los explicara, de momento aprende a confiar en Él y deja que el fuego te purifique y los golpes de la vida saquen lo mejor de tí de Su mano.


Tal vez te han enseñado que el éxito de la vida es tener dinero, una gran casa, un coche, una carrera, una pareja… pero realmente, tener éxito es crecer, madurar, mejorar, llegar a ser alguien confirme a la voluntad de Dios. Alguien a Su servicio, capaz de permitir que Él obre en la vida de los demás a través suyo. Ese es el verdadero éxito, y eso no se aprende en la universidad.


Todo depende de la perspectiva. Si miras la vida con los anteojos humanos, no podrás ver más allá de un éxito material que un día se desvanecerá. Pero si miras a través de los ojos de Jesús, lo único que tiene sentido es servirle y vivir una vida de amor dedicada a los demás, dirigida por Él, y una eternidad a Su lado.


Durante los momentos de estancamiento no te rindas. Haz como aquel preso, que preguntándose porque no tenía éxito en su vida, divisó una pequeña hormiga que caminaba por una pared, y la sopló una vez para que cayera, y la hormiga volvía a subir, y la sopló mil veces y otras mil veces la hormiga subió; y finalmente desistió de su empresa y obtuvo la respuesta: Persistencia y valor.


Al fin “la dificultad es el estímulo de los elegidos” ¿Elegidos para qué? ¿Por quien? Elegidos para vencer, por sí mismos. Es una elección que solo tu puedes y debes hacer, y la diferencia entre vencer o perder está simplemente en negarte a rendirte. No lo dudes, la hormiga finalmente llega a su destino porque se niega a que pueda ser de otro modo. No importa las veces que la tiren. Ella vuelve a intentarlo y vence al final porque el enemigo se cansa y desiste, pero ella no.


Como diría cualquier científico o descubridor: la clave del éxito es la perseverancia. No te rindas.


Sigue adelante, en esos momentos de estancamiento no te rindas. No te dejes caer. Sé como el águila, que soporta el dolor de tener que golpear su desgastado pico una y otra vez contra las rocas para que crezca uno nuevo y más poderoso, aunque… esa transición implique dolor y frustración.


La vez la vida hoy está limando tu pico. No desesperes. La función no termina hasta que baja el telón y la vida depara muchas sorpresas. Hoy estás abajo, pero tal vez mañana estés arriba. Solo Dios lo sabe. No te rindas.


Pon tu vida en las manos del Todopoderoso creador del universo. Tal vez esa sea la lección que debes aprender. La lección más importante de tu vida, presente y futura.


Puede que tu no sepas qué hacer con tu vida aquí; que no sepas cómo seguir adelante; que no encuentres las fuerzas para levantarte, pero Él puede hacerlo en tí.


Si estás atravesando por un momento de estancamiento en tu vida, no desesperes. Si crees en Dios y buscas una salida de Su mano, ésta aparecerá en Su momento (no en el tuyo, tal vez aún te queda algo por aprender, ten paciencia) y será lo mejor para tí.


Sigue adelante con los ojos puestos en lo Alto… sé paciente, el Señor tiene un plan para tu vida, y no solamente se trata de la vida eterna. Él tiene un plan para todo el que deja su vida en Sus manos. Un plan para bendición de los demás, un plan para que puedas servirle a Él.


El amanecer está cercano. Sólo pregúntate ¿Estás dispuesto a dejarlo todo por un sueño, y aunque fracases, intentarlo nuevamente, mil veces de Su mano? Si estás tan cansado que ya no puedes siquiera soñar, no desesperes, pídele que te muestre el camino y lo hará; pídele fuerzas y te las dará. Tu eres el sueño de Dios. Tu existencia tiene un sentido y un propósito. Tiene un plan para tu vida. Él te creó y te ama. No te dejará. Aguanta solo un poco más. El sol ya comienza a despuntar.

Tú hijo será como tú..

¡Mi hijo nació hace pocos días, llegó a este mundo de una manera normal, pero yo tenía que viajar, tenía tantos compromisos!!Mi hijo aprendió a comer cuando menos lo esperaba, comenzó a hablar cuando yo no estaba. Cómo crece mi hijo de rápido. ¡Cómo pasa el tiempo!


Mi hijo a medida que crecía me decía: ¡Papá algún día yo seré como tú!

- ¿Cuándo regresas a casa papá?

- No lo sé, pero cuando regrese jugaremos juntos, ya lo verás.

Mi hijo cumplió nueve años hace pocos días y me dijo:

- ¡Gracias por la pelota papá! ¿Quieres jugar conmigo?
- hoy no hijo, tengo mucho que hacer.
- Está bien papá, otro día será…
Y así se fue pasando el tiempo, siempre estuve ocupado, claro!! Pensaba en los gastos que se teníamos que enfrentar mi esposa y yo para pagar servicios, escuelas, uniformes. Debía trabajar y trabajar…cada vez mas!!!
Mi hijo regresó de la universidad el otro día, hecho todo un hombre.
- “Hijo estoy orgulloso de ti, siéntate y hablemos un poco”.
- Hoy no papá, tengo compromisos, por favor préstame el carro para visitar a mi novia.
Ya me jubilé y hace mucho que no veo a mi hijo hoy lo llamé:
- ¡Hola hijo quiero verte!
hijo,nació,padre,trabajo,creció,rápido,graduó,viejo,compañía,compromisos- Me encantaría padre, pero es que no tengo tiempo, tu sabes, mi trabajo, mi familia, los niños, ¡pero gracias por llamar, fue increíble oír tu voz! ¿O qué te falta algo? ¿Estás bien verdad?
Al colgar el teléfono me di cuenta que mi hijo ERA COMO YO. Ahora que yo necesitaba de el, de su compañía, el tenía muchos compromisos.
Cuántas veces mi hijo y yo Hubiéramos gozado jugando Juntos, yendo a nadar, al campo, disfrutar en familia, pero no, no tuve tiempo, éste se pasó volando!!!
Ahora que ya estoy solo, viudo, jubilado, y que lo necesito, no puedo disfrutarlo. Pero no le digo nada, con qué cara le digo que lo extraño, que me siento solo, que no necesito nada mas que su compañía, que deje todo, si yo hice lo mismo!!!

¡No hay duda que en la medida que demos, recibiremos!!