Me acordé de ti
ME ACORDÉ DE TI:
Hoy vuelvo a escribir y si... Vuelvo a dedicarte mis letras; ha pasado ya un año del final de una hermosa relación, me imagino que encontraste ya un hombre con quien cubriste el espacio que dejé. Acepto que mi mundo se tornó gris cuando decidimos alejarnos, acepto que me costó volver a colorearlo, acepto que me costó mucho superarlo y pues vaya, también me costó olvidar que eras parte de mí. Tuvo que pasar mucho tiempo para darme cuenta del error que mi orgullo cometió, tal vez fuiste mucho más de lo que merecía o tal vez me sentí imprescindible, sentí caer en mí la frase "nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde".
¿Sabes? aún te sigo recordando como mi BONITA, el esfuerzo que hacías para poder vernos, cuando me dabas de comer en la boca, tus constantes miradas a los ojos, aún enferma o cansada me buscabas. Bueno terminaré este espacio diciendo algo por lo especial que eres para mí (se me humedecen los ojos), estoy pidiéndole a dios un buen amor para tu vida, ADIOS, CUÍDATE...
22 septiembre - día 1
Pues bueno, hoy empezaré a escribir sobre mi vida, si alguien llega a leer estos escritos háganme la promesa con la mano en el corazón de que no contaran ya que acabaría con mi vida.
Yo soy una niña de 18 años que siempre ha inventado su edad según con quién está. Mi familia es normal, lleva una religión de la que luego escribiré, mis papás están juntos y fingen amarse, mi único hermano es bien chido aunque frustrado, mi hermana la mayor es la hija responsable y mis dos hermanas pequeñas, una pasando por la pubertad y otra en plena niñez. Y yo, una chica adolescente que está pasando por la etapa de la libertad, vivo sola en una de las “ciudades” con más vida nocturna, drogadicción y cultura. Los habitantes de aquí son la mayoría estudiantes foráneos.
Estos últimos días ha sido una etapa muy diferente a las que he pasado, he decidido no ir ya a la universidad pues ya no me gusta la carrera, es súper tediosa y difícil. No sé qué hacer, fumo “weed” todo el tiempo, lo primero que hago después de abrir los ojos en la mañana es darme unos buenos toques y dormir más, después me despierto y fumo más, desayuno y sigo fumando todo el día, creo que ya soy drogadicta, he probado otras drogas, pero sólo 1 ó 2 veces, y gracias a dios no he decidido consumir más. Pero amo la marihuana, es un humo elegante que te eleva a otro mundo donde todo está bien.
He tenido algunos desamores en el pasado, ningún amor magnifico como el de las películas pero sí me he enamorado poquito de algunos dos. Mi vida amorosa en estos momentos es un desmadre, estoy en esos momentos en que dices “¡Hey, qué pedo!” Porque ahorita todos quieren estar conmigo y antes estaba sin ni una mosca; hay unos 4 chavos con los que me la paso padrísimo, cada uno es súper diferente, tienen su no sé qué, que qué sé yo; he salido con todos últimamente pero ¡shhh! No estaría bien que supieran, después regreso a ser el perro de las 2 tortas, aunque en mi caso sería el perro de las 4 tortas, ¡ay, Dios! eso sí se escucha un poco de puta.
Pero bueno hoy sólo escribiré esta pequeña introducción de mi vida para que cada vez que se actualice la página suba algo de mí.
Yo soy una niña de 18 años que siempre ha inventado su edad según con quién está. Mi familia es normal, lleva una religión de la que luego escribiré, mis papás están juntos y fingen amarse, mi único hermano es bien chido aunque frustrado, mi hermana la mayor es la hija responsable y mis dos hermanas pequeñas, una pasando por la pubertad y otra en plena niñez. Y yo, una chica adolescente que está pasando por la etapa de la libertad, vivo sola en una de las “ciudades” con más vida nocturna, drogadicción y cultura. Los habitantes de aquí son la mayoría estudiantes foráneos.
Estos últimos días ha sido una etapa muy diferente a las que he pasado, he decidido no ir ya a la universidad pues ya no me gusta la carrera, es súper tediosa y difícil. No sé qué hacer, fumo “weed” todo el tiempo, lo primero que hago después de abrir los ojos en la mañana es darme unos buenos toques y dormir más, después me despierto y fumo más, desayuno y sigo fumando todo el día, creo que ya soy drogadicta, he probado otras drogas, pero sólo 1 ó 2 veces, y gracias a dios no he decidido consumir más. Pero amo la marihuana, es un humo elegante que te eleva a otro mundo donde todo está bien.
He tenido algunos desamores en el pasado, ningún amor magnifico como el de las películas pero sí me he enamorado poquito de algunos dos. Mi vida amorosa en estos momentos es un desmadre, estoy en esos momentos en que dices “¡Hey, qué pedo!” Porque ahorita todos quieren estar conmigo y antes estaba sin ni una mosca; hay unos 4 chavos con los que me la paso padrísimo, cada uno es súper diferente, tienen su no sé qué, que qué sé yo; he salido con todos últimamente pero ¡shhh! No estaría bien que supieran, después regreso a ser el perro de las 2 tortas, aunque en mi caso sería el perro de las 4 tortas, ¡ay, Dios! eso sí se escucha un poco de puta.
Pero bueno hoy sólo escribiré esta pequeña introducción de mi vida para que cada vez que se actualice la página suba algo de mí.
Hormigas
Resignarse a este estilo de vida
es una larga muerte
sin apenas tiempo o posibilidades para uno mismo
arrastrados por una cansina inercia
fruto de las ansias de poder de este mundo
somos hormigas que siguen con marcha fúnebre tras migajas de dinero
hacia el agujero del ocaso de sus vidas
sin detenerse a saborear el deleite del camino.
es una larga muerte
sin apenas tiempo o posibilidades para uno mismo
arrastrados por una cansina inercia
fruto de las ansias de poder de este mundo
somos hormigas que siguen con marcha fúnebre tras migajas de dinero
hacia el agujero del ocaso de sus vidas
sin detenerse a saborear el deleite del camino.
Incluso si alguna consigue salirse de la fila
se encontrará confusa sin saber muy bien qué hacer
se moverá sin sentido, enloquecida por el miedo a lo desconocido
pues ha sido víctima de su condicionamiento
de todo lo aprendido y vivido
de un mundo podrido.
se encontrará confusa sin saber muy bien qué hacer
se moverá sin sentido, enloquecida por el miedo a lo desconocido
pues ha sido víctima de su condicionamiento
de todo lo aprendido y vivido
de un mundo podrido.
Por eso alguna decide dejarse llevar
por la corriente del río del olvido
aunque estas aguas sean oscuras
esperan que las lleven a lugares desconocidos
pues algunas hormigas tienen el deber de explorar
más allá de donde han llegado otras.
por la corriente del río del olvido
aunque estas aguas sean oscuras
esperan que las lleven a lugares desconocidos
pues algunas hormigas tienen el deber de explorar
más allá de donde han llegado otras.
Una Buena Mujer
¿Por qué no perder a una Buena Mujer?
Las razones de por qué no perder una Buena Mujer son muchas y hoy en día valen más que nunca.
El amor simplemente es cada vez más buscado y los hombres en particular lo buscan aún más, aunque no lo parezca.
He escuchado hace poco a un amigo decir “Todas las mujeres son "Malas" “Malvadas”, etc… (ya se imaginan a lo que me refiero), lo cual me llena de indignación, no sólo por el hecho de insultar a todas las mujeres, si no por el hecho de que lo dice sin darse cuenta que su experiencia fue causa de su propio egoísmo e inmadurez como pareja.
La verdad es que su indignación es provocada por una sola realidad y es que sabe que perdió “una Buena Mujer” que quizás sea una pérdida irremplazable y que no volverá.
Entonces, ¿por qué confiarse? ¿por qué pensar que lo que hiciste por ella es suficiente? ¿por qué no actuar cuando se debe? ¿por qué ignorar todas las señales y advertencias que esa Buena Mujer te decía? ¿por qué no valorarla cuando lo merecía?
Entonces, ¿por qué confiarse? ¿por qué pensar que lo que hiciste por ella es suficiente? ¿por qué no actuar cuando se debe? ¿por qué ignorar todas las señales y advertencias que esa Buena Mujer te decía? ¿por qué no valorarla cuando lo merecía?
Ahora la culpa le consume y aunque ella haya tenido un poquitín de culpa por no tener la paciencia que él necesitaba, simplemente quizás se lo merece.
Creo que ningún hombre supera jamás haber perdido una buena mujer porque esas no se consiguen a la vuelta de la esquina.
Creo que ningún hombre supera jamás haber perdido una buena mujer porque esas no se consiguen a la vuelta de la esquina.
Y es que las buenas mujeres simplemente te dan tantas razones para que te quedes a su lado que en tu mente asumes que ella estará a tu lado toda la vida, en las buenas, las malas, apoyándote y aconsejándote en todo. Te dan esa sensación de seguridad emocional de que siempre que la necesites ahí estará; aunque, a veces tu carácter la hiera o tus palabras le hagan sentir en la nada, sabes que ella estará allí resistiendo porque te ama, porque no se imagina un día sin ti, porque quiere hacerte mejor persona, porque entiende tu inmadurez y soporta tus altibajos, tus rabietas, tus quejas, tus reproches y tus cambios de humor.
No todas las buenas mujeres son iguales; algunas tendrán su carácter fuerte, quizás exploten de vez en cuando, tengan una discusión contigo porque dejaste la ropa tirada, porque dejaste un plato sucio, porque no llegaste a tiempo para alguna ocasión, porque la dejaste sola para ir a alguna fiesta, porque no le diste tu compañía cuando la necesitaba, porque le molesta tu falta de interés hacia algunas cosas importantes de la vida. Sin embargo para ella solo son tonterías que van de gota en gota llenando un profundo pozo.
Las buenas mujeres están llenas de virtudes, son inteligentes, con una personalidad increíble donde la belleza externa ni siquiera la notas cuando te enamoras de la que lleva dentro, se desprenden de todo lo material, su tesoro más preciado es tu amor. Jamás te traicionarán, antes de dar un paso piensan en ti, buscan tu bienestar, quieren regalarte el mundo, el universo si así pudiesen y te dan de seguro muchos de los mejores recuerdos de tu vida, tú eres para ellas eso que siempre quieren hacer bien y tu felicidad se vuelve la suya, podrán pasar 70 u 80 años, podrás morir y aun así la llevarás tatuada en tu alma para siempre.
Ninguna Buena Mujer será perfecta, tendrá sus ataques de celos, sus “días emocionales”, sus niñerías, sus antojos, sus defectos como todo ser humano pero será lo mejor que te podrá pasar en la vida. Así como ella respira y piensa “el amor es paciente” cada vez que tiene que soportar tus ánimos amargos, tus palabras hirientes, tus altibajos y tu inmadurez de vez en cuando del mismo modo lo deberías soportar TÚ… sólo por el hecho de que vale la pena hacerlo, pues su calor en los momentos de soledad son aquellos que te harán recordar estas palabras.
Y así como sabe ella que es una Buena Mujer, un día se hartará y se cansará de todos tus ánimos amargos, palabras hirientes e inmadureces por el simple hecho de que no valoraste todo lo que ella te ofrecía y créeme, una vez que lo sienten es casi siempre definitivo el adiós de su parte, porque al amor lo aplasta tal cual insecto y lo ahoga en un mar de decepciones sin darte cuenta de que es el daño más grande que te harás a ti mismo.
Entonces, ¿por qué perder una mujer así? ¿por qué si Dios le regala a tu vida un ser como éste, no valorarlo o apreciarlo?¿cómo engañar a alguien que te ve de esa forma?
Pero estas palabras mías sólo tendrán sentido cuando lo vivas, cuando la pierdas; sabrás de lo que te hablo cuando llegues a este punto, cuando tengas unas cuantas novias más e intentes llenar ese vacío que sólo ella llenaba.
Una buena mujer la tienes pocas veces en la vida, porque una mujer enamorada de verdad siempre será una buena mujer.
¿Cuántas veces puedes enamorarte de verdad en la vida? 1 ó 2 veces según algunos estudios pero tú sabrás cuando te toque “Esa Buena Mujer” así que ASEGÚRATE de no perderla y recuerda que detrás de cada “Mala Mujer” o como la quieran llamar, siempre hay un hombre que perdió una Buena Mujer.
Te lo dice una “Buena Mujer”
Humanas soledades
De hace tiempo golpean las piedras largamente estiradas en el día.
Algunas en meteorito, las más diminutas
en explosión matemática potencial, como
guijarros desprendidos de inexplicable mineral.
No son las rocas turbadas del cielo,
es la semilla brutal inserta en la cabeza de nosotros,
roperos ambulantes cruzando los genes y el mundo en los puentes descoloridos.
Algunas en meteorito, las más diminutas
en explosión matemática potencial, como
guijarros desprendidos de inexplicable mineral.
No son las rocas turbadas del cielo,
es la semilla brutal inserta en la cabeza de nosotros,
roperos ambulantes cruzando los genes y el mundo en los puentes descoloridos.
Sin recuerdo que somos cuerpo y existencia
van nuestras ropas vacías de flojo destino, y
la obscena esclavitud de una amapola adicta sin futuro.
Con la marcha enterrada del soldado acobardado
a la frontera de los grises sin retorno
Como elaborados productos de consumo manufacturados
dejando un hueco y un número por nombre.
Nace en nuestras sienes infartadas del día sin sorpresas, y
claudica nuestro corazón cenizo
como forastero de un alma ocupada por algún raid enemigo.
van nuestras ropas vacías de flojo destino, y
la obscena esclavitud de una amapola adicta sin futuro.
Con la marcha enterrada del soldado acobardado
a la frontera de los grises sin retorno
Como elaborados productos de consumo manufacturados
dejando un hueco y un número por nombre.
Nace en nuestras sienes infartadas del día sin sorpresas, y
claudica nuestro corazón cenizo
como forastero de un alma ocupada por algún raid enemigo.
No hay más piedras golpeando las testas,
sino la densa y gélida sustancia
de nuestra absurda apariencia sin bandera en las entrañas.
sino la densa y gélida sustancia
de nuestra absurda apariencia sin bandera en las entrañas.
Con la muerte lenta y vergonzante que invade la humedad sin aire respirable,
de los huesos pesados ahogando los tambores de mitos olvidados y pechos abatidos.
Desprendidos de músculos sensitivos y refleja respuesta,
con los tendones arrugados, la risa en dientes apretados.
Vestidos sólo de ropaje y percha, sin nada de osamenta.
En la oscuridad sin salida vamos a los tropiezos y los tumbos.
Levantamos la cabeza y no hay nadie...
y nadie
es la soledad arpía como compañera.
de los huesos pesados ahogando los tambores de mitos olvidados y pechos abatidos.
Desprendidos de músculos sensitivos y refleja respuesta,
con los tendones arrugados, la risa en dientes apretados.
Vestidos sólo de ropaje y percha, sin nada de osamenta.
En la oscuridad sin salida vamos a los tropiezos y los tumbos.
Levantamos la cabeza y no hay nadie...
y nadie
es la soledad arpía como compañera.
Me enamoro trabajando...
Sólo hablábamos en el café y cuando pasaba por su mesa le decía adiós.
Trabajábamos juntos y era fácil hablar a diario. Nos encontrábamos en la salita de hacer café y siempre teníamos algo que contarnos, tonterías, tampoco éramos amigos, pero eso que notas que hay una chispa, que algo pasa…
Pero la cosa siempre quedaba en eso, en hablar en el café y cuando me iba y pasaba por su mesa decirle adiós y ya está. Ella me encantaba, cuando la veía me ponía nervioso y es que hacía tiempo que no estaba con una chica en plan serio, había tenido mis aventuras y mis cosas pero a la hora de la verdad nunca me gustaba ninguna, pero ella era diferente y no sabía por qué pero sabía que con ella sí podría ser, y por eso me daba más palo que con nadie hablar, era super complicado.
Un día al salir de la oficina una compañera dijo de tomar algo en un bar al que íbamos a veces, aunque ella y yo nunca habíamos coincidido, dijimos los dos que sí y fuimos para ahí un grupo de compañeros. Estuvimos super a gusto, era importante para mí vernos fuera de la oficina y comprobar que eso que yo pensaba, de que había algo entre nosotros, era verdad, y sí, sí lo era, porque cuando me fui a casa ella me mandó un mensaje (pidió mi número a otro compañero) diciéndome que se lo había pasado genial y que si repetíamos algún día. Para mí fue una señal de que quería verme y me puse super contento, no me lo podía creer!! Porque ella era guapísima, muy divertida, super inteligente, y no sé, me parecía como que alguien así no podía fijarse en alguien tan normal como yo.
Estuvimos un rato hablando por mensajes y el tonteo era evidente, y a la mañana siguiente me daba hasta corte mirarla en el trabajo. Seguimos unos días hablando en el café y por las noches por mensajes, hasta que por fin quedamos solos y… qué deciros, pues que desde ese día ya no nos hemos vuelto a separar, y de eso ya hace más de dos años. Me costó “arrancar” por mis inseguridades pero ella me ayudó en todo y juntos lo hemos hecho posible.
Desde aquí decirle que la quiero más cada día y que nunca pensé ser tan feliz como lo soy a su lado.
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