Para no ser loco...


Locura... Locura silenciosa inimaginablemente tan cuerda, hinchada de sabiduría y conocimiento, desolada de lo aberrante y tan próxima al supuesto normal, normal que encamina a cometer errores y auto-infringir puñaladas que no son por la espalda sino que frente a tus ojos, sin ser penalizadas porque estás siendo el supuesto normal...

Quizás es más cuerdo aquel que mira el cielo y cuenta las estrellas...