Pruebas




Existen pensamientos que conllevan a la desesperación de pensar que la persona que amas no te ama, imaginación de engaño, celos imaginarios, que solo te traen llanto, es una manera equivocada de amar, ama de una forma limpia y que al final puedas decir que hiciste bien las cosas.
A pesar de tantas pruebas que te ponga la vida, recuerda que este sentimiento tiene que estar totalmente apartado de las cosas negativas. Controla tus pensamientos y dile a tu corazón que se tranquilice, no se puede vivir así, el amor es enormemente bello.
Te sientes feliz cuando lo ves, al tocarte, sientes una corriente y con un abrazo suyo, es como ver el amanecer. No te rindas, lucha para que este amor perdure, al final todo tendrá su recompensa.

¿Dónde está la felicidad?




Muchas situaciones, hay en la vida, de todos los seres humanos,
Eso depende de los pensamientos y como la vivamos.
Si se vive con optimismo, y con mucho amor por dar,
Les aseguro que uno mismo hace la felicidad.
Hay personas que sufren por falta de un hogar,
Hay otras, que lo tienen y no lo saben valorar,
Le dan valor a otras cosas sin detenerse a pensar,
Que la felicidad está en cada uno, y no hay que buscar más allá,
La vida es tan hermosa si se sabe apreciar,
Vivir sanamente y con mucha hermandad,
Llenos de optimismo y con amor por los demás.
Hay tantos detalles que forman parte de la felicidad,
Como tener buenos amigos que te quieran de verdad,
Que sean personas sinceras, sin egoísmo y con mucha lealtad,
Si conocen una así, tenga seguro un buen amigo(a) será.
Aquella persona sencilla y humilde de corazón,
Valen más que todo el dinero y no hay muchas en el montón.
Si alguien tiene amistades así, es preciso, la sepan cultivar,
Porque amistades como esas, no están para comprar.
Volviendo al tema de la vida, que tiene cada uno,
Es necesario que cada día lo disfruten como ninguno.
Ningún momento es igual, cada uno es especial,
Por ello hay que disfrutarlos, cada uno como tal.
Algunas personas, pasan la vida pensando,
En cosas que ya no están, o en las que no han tenido,
Y que quizá nunca tendrán.
Gran error el cometido, sin esa situación están.
Se les va la vida poco a poco, y nunca la disfrutarán.
No piensen que la felicidad son momentos efímeros,
La felicidad es mucho más,
Cuando se le da oportunidad, con ustedes se quedará,
Una vez que tengan conciencia de ello ¡que bendición! no la dejen escapar.
Hoy día, algunos dan más importancia a todo lo superficial,
¡Son algunos! porque de ningún modo hay que generalizar,
Que olvidan los sentimientos, y a lo material dedican mucho más.
Ustedes se preguntarán ¿qué es la felicidad?
¿Por qué hay personas que siempre son felices y otras no lo son?
¿Será porque unas tienen mucho, otras no tienen y otras sin razón?
Que pensamientos más equivocados, y alejados de la realidad,
Los que así piensan y hacen esta reflexión, no han conocido la verdadera felicidad,
Ya que la felicidad es para todos, se trata de un estado individual,
Del cual cada uno es dueño, decidiendo su propia felicidad,
Si miran dentro de ustedes seguro la encontrarán,
Hay varios requisitos básicos, que le pueden ayudar,
Solamente con la vida, ya es una bendición,
La salud otra maravilla, con esa se cumplen dos.
Un consejo con experiencia y a tiempo, vale más que dos
A vivir desde hoy la vida bien, porque de esa, sí es verdad que no hay dos!!!!!!

Perder para ganar



Suena fácil, incluso sencillo, pero no lo es. Hay que estar dispuestos a perder algo para ganar algo mejor. Dispuestos a perder aquello por lo que trabajamos durante mucho tiempo, para ganar algo nuevo, diferente y mejor.

Muchas veces es necesario perder para ganar… cuando estamos en una relación de pareja que se ha vuelto tormentosa, cuando esos mismos sueños que un día alimentaron nuestras vidas ya no están, cuando esa persona que era tu vida se fue, te ha sido infiel… o cuando tus amigos con los que compartías tus alegrías y penas ya no están ahí para ti, están demasiados ocupados para atenderte.

Tu matrimonio ha sido horrible, sólo deseas que todo sea un mal sueño para despertar de todas esas tristes realidades… en todas estas situaciones, es necesario perder para ganar.



Hay que perder para ganar. 

Perder para ganarHay que perder, soltar aquello que no nos hace bien, aunque sea algo por lo que luchamos y creímos tiempo atrás. No se puede estar todo el tiempo hablando de los sufrimientos e injusticias que vivimos, tenemos que estar dispuestos a soltar, dejar atrás… perder para ganar.

Claro que vas a sufrir, vas a llorar, pero ¿qué vale más? Supondrá un tiempo en silencio, haciendo una limpieza interior para poder salir a la luz, para poder darle a la vida otra oportunidad y tratar de vivir en forma tranquila. 
Por miedo a la soledad acabamos aferrándonos a los recuerdos, a lo que hemos ganado y a lo que llevamos tiempo guardando. Todo en la vida cuesta esfuerzo, por eso cuesta soltar y perder. Pero nada en esta vida nos pertenece, ni siquiera nuestra propia vida, todo es prestado, nada es eterno… por eso te invito a hacer esta reflexión: muchas veces debemos perder para levantarnos y ganar de nuevo.

Recuerden cómo era su vida antes que llegasen tantos problemas y el sufrimiento se anidase en sus corazones. ¿Dónde quedó esa persona que eras antes, con sueños de éxito y proyectos realizados? ¿Dónde está esa persona luchadora que más de alguna vez fue modelo a seguir para otras personas? ¿Qué fue de aquella persona con propósito y visión que una vez fuiste?

Intenta buscar dentro de tu ser qué pasó con aquella persona que una vez fuiste, 
y vuelve a pensar que eres muy especial.

Perder para ganar
Vuelve a creer en ti, 
en tu capacidad de amar y progresar en lo que te propongas. 
Vuelve a pensar que si quieres trabajar en algo, podrás hacerlo. 
Vuelve a ser una persona segura de sí misma,
como lo has sido en el pasado, más que ahora...
antes de que llegara esa persona que te acabó anulando por completo.

Es vivir esto?

Cuando sientes que ya todo está hecho y que nada queda por hacer en tu vida, es cuando más cerca ves el final. El final de un largo camino por esto que llamamos vida, lástima que me sienta así, cuando aún no tengo cerrado el otoño de mi vida.
Nacer es como la primavera, un descubrir de colores, sensaciones y olores nuevos que te acercan en cada momento a la ilusión por empezar un nuevo día, primavera qué corta eres, qué poco duras, por las ganas de comer etapas que luego en el largo invierno de este caminar de vida, pensaremos que la vivimos demasiado rápido, aunque nunca debemos olvidarnos de cómo.
Y con qué fuerza disfrutamos del muy cálido y alegre verano, verano en el que sí, nuestra primavera ha preparado bien, descubriremos el mágico y maravilloso placer del disfrutar al descubrir a nuestra otra mitad, y si no, volveremos a soñar con la próxima primavera, y ahí es cuando creeremos en el "círculo infinito de nuestra juventud".
No somos capaces de entender que después del verano, no viene otra primavera, si no el otoño, que nos traerá melancolía y la apatía propia de la tristeza que nos hace ver cómo se alejan los días de fiesta risas y jolgorios, y estamos dando paso a una nueva etapa, consolidando lo vivido o echando a perder lo conseguido en esas estaciones tan hermosas y alegres que jamás volverán.
Y por fin el invierno, dios, el duro y crudo invierno, que nos hará recordar lo que pudimos y no hicimos en primavera y verano.

Para no ser loco...


Locura... Locura silenciosa inimaginablemente tan cuerda, hinchada de sabiduría y conocimiento, desolada de lo aberrante y tan próxima al supuesto normal, normal que encamina a cometer errores y auto-infringir puñaladas que no son por la espalda sino que frente a tus ojos, sin ser penalizadas porque estás siendo el supuesto normal...

Quizás es más cuerdo aquel que mira el cielo y cuenta las estrellas...

Eres el piloto de tu vida

“Cuando conduzco el coche, me molesta que quien está junto a mi, me diga que camino tomar, que me detenga o ¡cuidado! Yo soy el conductor. Yo se porque hago lo que hago. Y el conductor es el único que lo sabe. Nunca hago caso de quien quiere decirme como manejar, porque por eso pasan accidentes”.
Escuché que le respondía un hombre a su amiga, cuando esta le platicó que su hija conducía un coche, y le dijo que acelerara para evitar un trailer. Su hija le hizo caso, pero no alcanzó a pasarlo. El trailer se llevó el coche. Afortunadamente viven para contarlo.

Como un rayo, comparé las similitudes que tiene este ejemplo con nuestra vida.
Nuestro coche se llama “vida” y el Ser Supremo ha sido lo suficientemente generoso, como para darnos a cada quien un “coche” propio.
Todos somos los conductores de nuestra propia vida. Desafortunadamente, muchos no asumen esa responsabilidad.
Son conductores miedosos, que les gusta preguntar a cuanto tripulante tienen, que deben hacer.
Y como resultado, tienen accidentes o no están satisfechos con su vida. ¿Por qué siguen escuchando los consejos de otros, cuando no están satisfecho con los resultados?
Simple. Es más fácil culpar a otros de sus fracasos, que ser responsables de sus decisiones.
Es el caso de la chica que le pregunta a la mamá ¿Qué debo estudiar?
O el caso del chico que pregunta ¿Cuál carrera da más dinero?
Porque el precio de seguir los impulsos de tu corazón, de tomar tus propias decisiones, es la posibilidad de fracasar.
Nadie puede esperar tener éxito en lo que le gusta con tan solo unos intentos. La historia está llena de hombres que estuvieron peleando por sus ideas, y que después de fracasos temporales, obtuvieron el éxito.
Aplicaron la persistencia en sus sueños.
La sensación de libertad, de asumir el control del volante de tu vida, te dará una seguridad y energía interior que no tiene precio.
Para un militar, su orgullo son las heridas de guerra. Y para el hombre de negocios, platicar de sus fracasos, antes de alcanzar la cima.
Aunque las derrotas temporales te causen dolor… cuando sean cosa del pasado, te divertirá recordarlas. Le dará más valor a tu éxito.
Detén a esa persona mata pasiones, y no la escuches cuando quiera dirigir el coche de tu vida, a una velocidad diferente a la que tú lo haces.
El no conoce porqué haces lo que haces. No conoce tu vida, como tú la conoces.
El no comprende tus sueños y motivos.
Finalmente, él en sus consejos, proyecta lo que él es. Lo que el hace. Lo que haría en tu lugar. Y si es un mediocre, y le haces caso… vas a acabar siendo un mediocre también.
Observa que las personas que han tenido éxito, primero se escuchan a sí mismas. Fueron tercas en escucharse primero a ellas mismas, antes que a los demás.
¿Que consejo te puedo dar? Hay dos frases que me encantan: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar” de Machado, y “Try hard enough” de Malcolm Forbes, esto es: sigue intentando hasta que tengas éxito.
Recordando mi vida, veo que las actividades en que he tenido más éxito, son en las que he aplicado estas dos frases. Y añade otro ingrediente: la esperanza.
En lo que más he tenido éxito, siempre hubo un momento en el que tuve un fracaso tan doloroso, que se abrían ante mi dos caminos: seguir adelante a pesar de que parecía que no lo lograría, o resignarme.
Al tomar el camino de seguir adelante… ¡lo logré! Te confieso que ya no creía en mi. Pero tenía la esperanza de lograrlo. Y la esperanza, transformó en realidad mis sueños.
También, hubo momentos en los que elegí el camino de la resignación. Me excusé ante mi mismo con mil pretextos de porque había fracasado. Pero no dejo de pensar que pude haber elegido la otra vereda y que pude haber tenido éxito.
La esperanza debes mezclarla con la persistencia también. Tu Breve Espacio, es fruto de la esperanza y persistencia combinadas.
La fe en un Ser Supremo también ha sido muy importante para mi. Me ha dado la paz y serenidad necesarias cuando parece que mi mundo se voltea de cabeza.
Te invito a que experimentes la emoción de conducir el coche de tu vida. Disfrútalo a tu ritmo, a tu manera ¡Y condúcelo hasta las estrellas!
¡Suerte!